El pasado 27 y 28 de febrero el presidente del Consejo Directivo de la Asociación Comunicación Política, David Redoli, ha impartido las sesiones sobre Comunicación de Políticas Públicas a los alumnos del Máster de Comunicación Institucional en la Ortega y Gasset.
Redoli explicó que el desarrollo de una política pública consta de varias fases: 1) definición de problemas, 2) formación de la agenda, 3) análisis de las alternativas en juego, 4) decisión, 5) implementación, 6) evaluación y 7) reformulación de la política pública. Éste es un proceso prolongado en el tiempo, de 2 a 3 años. Normalmente, el consultor de comunicación política solamente interviene en los pasos 4 y 5, en la estrategia. Se podría decir que ayuda a resolver el cómo y el cuándo, pero no se ocupa del por qué. No por ello es menos importante, de hecho comunicar es crear realidades.
Basándose en los preceptos filosóficos sobre el acto comunicativo, la comunicación en sí misma como proceso, se llegaría a la conclusión siguiente: lo que no se puede comunicar no existe. Quizás en el ámbito de las políticas públicas se deberían de hacer dos distinciones, basadas en la propia naturaleza del juego político: políticas públicas que se quieren dar a conocer y políticas públicas que no se quieren dar a conocer. Sin embargo, un análisis actor-céntrico se hace necesario.
El año pasado, 2014, se aprobaron un total de 63 leyes. Sin contar todas las leyes aprobadas por los distintos niveles administrativos en España (municipios, provincias, comunidades autónomas…) o el otro tipo de leyes que afectan al conjunto de los españoles pero que son aprobadas en un parlamento supranacional cómo lo es el Parlamento Europeo. ¿Cuántas serías capaz de enumerar?.
La legislación obliga a publicar las normas jurídicas en el Boletín Oficial del Estado, que es, como no podría ser de otra forma, público. Por lo que, tarde o temprano se conocerá cualquier política. La diferencia entre que se conozca a través de un actor no-gubernamental (periodistas, líderes de opinión, políticos en la oposición…) y uno gubernamental, estriba en la forma. La comunicación institucional, como su propio nombre indica, se ejerce desde las instituciones. El éxito o fracaso de una política pública se puede medir desde dos perspectivas de naturaleza distinta: la evaluación de lo que la política pública quiere regular (¿ha dado el resultado esperado?) y la evaluación desde la perspectiva comunicacional (grado de conocimiento/aceptación).
En éste sentido, la teoría de la agenda setting es fundamental para entender cómo funciona el proceso de puesta en conocimiento de las políticas públicas. El primero en aplicar ésta nueva realidad fue Richard Nixon, trigésimo séptimo presidente de los EE.UU., quien separó la Office of Communications de la Office of the Press Secretary en 1969. Ya no se concebía la comunicación como una mera declaración ante los medios, sino como un proceso estratégico que requería de una actividad especializada.
¿Cuántas políticas públicas se aprueban en España por legislatura?
Fuente: elaboración propia a partir de datos obtenidos de congreso.es
En la segunda sesión impartida por David Redoli, se reforzó la idea del discurso como algo inseparable de la política. Frente a algunas voces que sugieren que el discurso político está empezando a perder fuerza. Tan inseparable es de la política que la propia naturaleza del ser humano, antropológicamente, se sustenta en la transmisión oral de relatos. Lo que se refleja en los 5 antropológicos universales: 1) tecnología, 2) lenguaje, 3) religión (para eliminar disonancias cognitivas), 4) sexualidad y 5) el poder.
Para concluir, Redoli resalta que de esto último se deriva la necesidad de dar forma de relato a un discurso político, ya que la programación del cerebro humano hace más favorable una mayor atención si se articula de ésta forma.
Para ello se debe recurrir a tres elementos básicos y uno complementario:
- El enmarcado (framing): son estructuras mentales que conforman nuestro modo de ver el mundo y que responden al tipo de lenguaje que utilizamos. Es lo que da coherencia al discurso.
- El mito: no hay un buen político que no utilice los mitos. Son historias ejemplares, pero que después dejaron de ocurrir. No obstante, estas historias se incrustaron en el conocimiento colectivo.
- La metáfora: es el elemento clave, por medio de metáforas se explican realidades complejas de forma simple y que sacadas de contexto presentan cierta inverosimilitud. No se puede hacer política sin metáforas.
- Otras figuras literarias
Por Fabián Spura
David Redoli Morchón es licenciado en Sociología, master en Ciencia Política por la Universidad de Georgetown (Estados Unidos), master en Comunicación de las Organizaciones y postgraduado del V Programa de Liderazgo para la Gestión Pública del IESE. En estos momentos prepara su tesis doctoral sobre la construcción de la confianza en las instituciones públicas (Universidad Complutense de Madrid).
Ha sido director del gabinete de la Presidencia del Consejo de Seguridad Nuclear (2010-2013). Desde 2007 hasta 2010 fue asesor de la Vicepresidenta Primera del Gobierno de España (Ministerio de la Presidencia). Asimismo, se ha desempeñado en puestos de la Unión Europea (European Youth Forum), de la Administración Pública española (Ministerio de Trabajo y Asuntos Sociales, Ministerio de Administraciones Públicas, Secretaría de Estado de Comunicación) y de la empresa privada (Edelman, Nearco). En la actualidad es asesor del Consejo de Seguridad Nuclear de España (CSN). Es presidente del Consejo Directivo de la Asociación de Comunicación Política (ACOP) y miembro del Colegio de Doctores y Licenciados en Ciencias Políticas y Sociología y del Comité de Ética de la Investigación de la Universidad Camilo José Cela.
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